Cuando nuestras admigdalas estan inflamadas puede ser
a causa por infección viral o bacteriana, una alergia o el reflujo
ácido de nuestro organismo. La inflamación puede causar un dolor intenso y provocar dificultades al
tragar nuestros alimentos. A lo mejor se puede notar unos puntos
blancos o rojos y vasos sanguíneos prominentes en tus amígdalas. Si dejas pasar y no
tratas tu condición de una forma rápida y eficaz, puedes experimentar complicaciones
como el ahogo, conflictos al respirar o dolor intenso. Lo aconsejable es que visites a tu médico de confianza y te recete el tipo de medicamento o antibiótico para que atenue tus amígdalas inflamadas.
Otra forma muy sencilla y natural es:
1. Toma un té caliente con miel, esto ayudará a aliviar tus amígdalas inflamadas. O chupa cubitos de hielo, los cubitos de
hielo constriñen los vasos sanguíneos y por lo tanto reducen la
hinchazón de tus amígdalas inflamadas. También aliviará y minimizará tu
dolor de garganta.
2. Hacer gárgaras tres veces al día con agua tibia con sal. La sal ayuda
a eliminar los gérmenes atrapados en los ganglios linfáticos y el agua
caliente va a calmar la garganta y aliviar el dolor.
3. Prepare una mezcla de una cucharada de miel de abeja pura, 4 dientes de ajo, media
cucharada de pimienta y un consumo cuatro veces al día para aliviar la
irritación de la garganta.
4. Añadir unas gotas de zumo de limón y una cucharadita de miel para
calentar el agua y el consumo de este a intervalos regulares, sobre todo
antes de irse a la cama por la noche.
5. Una mezcla de agua y zumo de naranja es también conocido por ser
beneficioso en la curación de las amígdalas inflamadas y proporcionar
alivio a la garganta.
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